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SERIES ESPAÑOLAS

 



Toda mala película tiene secuela garantizada



El auge de las series españolas en los últimos años ha demostrado que su industria audiovisual no tiene nada que envidiar a las superproducciones americanas o internacionales. Obras como La Casa de PapelLa Unidad o Hierro reflejan un nivel de calidad narrativa y técnica sobresaliente, capaces de competir en el mercado global. Sin embargo, como en cualquier cinematografía, conviven propuestas destacables con otras que no alcanzan los estándares deseados, como Malaka o Entrevías, donde fallos de ambientación o guion limitan su impacto. Este recorrido por las series vistas busca ofrecer una visión crítica y matizada del panorama actual de la ficción española.





ANTIDISTURBIOS

Seis agentes de las Unidades de Intervención Policial quedan bajo investigación tras un desalojo que termina en tragedia. Antidisturbios es una miniserie intensa que combina thriller y drama para explorar la tensión profesional, la presión interna y los dilemas éticos dentro de la policía.

Rodrigo Sorogoyen imprime su sello con cámara en mano, planos secuencia y un ritmo que transmite urgencia. La recreación de los operativos es hiperrealista, mostrando la crudeza del trabajo policial sin artificios.

Más allá de la acción, la serie destaca por personajes complejos y un retrato que cuestiona el poder y las estructuras institucionales. Sobria, tensa y crítica, es uno de los títulos más relevantes del reciente audiovisual español.




HIERRO

Una jueza llega a la isla de El Hierro para investigar un asesinato vinculado a un proyecto eólico. Pronto descubre un entramado de intereses económicos, rivalidades locales y secretos que sacuden la aparente calma insular.

Hierro destaca por su capacidad para unir el suspense policial con la vida personal de su protagonista, interpretada con solvencia por Candela Peña, quien aporta fuerza y humanidad a la jueza Candela Montes. La trama añade una dimensión íntima al mostrarla como madre de un niño con necesidades especiales.

La isla no es solo escenario: su geografía áspera y aislada refuerza la tensión y otorga un tono casi claustrofóbico. Un thriller sólido que eleva la ficción española reciente.








La Sala arranca con una propuesta original y una narrativa en forma de puzle, pero pronto evidencia carencias que lastran el resultado. El ritmo inicial es aceptable, aunque la ejecución falla en aspectos clave: personajes planos, diálogos forzados y una estructura confusa con flashbacks innecesarios.

Francesc Garrido ofrece una interpretación poco convincente, especialmente en los últimos episodios, donde los gestos repetitivos y tics sin sentido rompen la verosimilitud. Además, los diálogos grandilocuentes del protagonista suenan artificiales en un thriller que debería apostar por tensión y realismo.

Errores en el tratamiento policial y personajes femeninos relegados confirman que La Sala queda lejos de sus pretensiones, convirtiéndose en un thriller fallido más que en una renovación del género.







LA CASA DE PAPEL

Un brillante estratega, “El Profesor”, reúne a ocho especialistas para asaltar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre. Su objetivo: imprimir 2.400 millones de euros mientras controlan rehenes y sobreviven a una carrera contrarreloj.

La Casa de Papel combina acción trepidante con desarrollo de personajes, explorando amor, lealtad y traición. Su narrativa ágil y llena de giros inesperados mantiene la tensión constante, mientras que los atracadores, con nombres de ciudades como Tokio o Berlín, se convierten en iconos culturales.

Visualmente potente y respaldada por una banda sonora memorable —con “Bella Ciao” como himno—, la serie trasciende fronteras y se consolida como fenómeno global. Un thriller adrenalínico que marcó un antes y un después en la ficción española.






Los hombres de Paco mezcla comedia y drama policial, convirtiéndose en un clásico desde 2005. La serie sigue al inspector Paco Miranda y sus inseparables compañeros Mariano y Lucas, policías torpes pero entrañables que afrontan casos criminales mientras lidian con problemas personales en la comisaría de San Antonio.

Su mayor acierto está en el tono humano y humorístico, alejándose del estereotipo de series de crimen oscuras o tecnológicas. Equilibra acción, drama y comedia, construyendo personajes carismáticos y tramas que combinan investigación con dilemas éticos y conflictos familiares.

Con diez temporadas y un regreso en 2021, se mantiene como una de las ficciones más queridas de la televisión española: divertida, cercana y con identidad propia.

Malaka explora el lado más oscuro de Málaga, lejos de la postal turística. Narcotráfico, corrupción y crimen organizado marcan una trama donde los inspectores Darío (Salva Reina) y Blanca (Maggie Civantos) investigan una desaparición ligada al mundo de la droga. Destaca la interpretación de Laura Baena como “Tota”, una matriarca gitana que aporta fuerza y dramatismo.

La serie arranca con potencia y crea una atmósfera opresiva, pero su desenlace resulta insatisfactorio y algunos detalles sobre el tráfico de drogas carecen de realismo. Pese a estas debilidades, Malaka ofrece tensión, un reparto sólido y una mirada crítica a los problemas sociales, consolidándose como una propuesta interesante dentro del thriller policíaco español.


La Unidad se adentra en el trabajo del servicio antiterrorista de la Policía Nacional con realismo y tensión constante. A lo largo de tres temporadas, muestra operaciones de inteligencia policial con rigor, evitando tópicos y efectismos.

La serie combina acción, intriga y drama con un ritmo ágil y un guion que dosifica la información sin perder autenticidad. Destacan la cuidada ambientación, la dirección técnica y un reparto coral sobrio que aporta humanidad y credibilidad a cada personaje.

Con su enfoque detallado y su apuesta por la verosimilitud, La Unidad se consolida como una de las producciones más sólidas del thriller español reciente. Un referente que demuestra que el rigor narrativo puede convivir con la emoción.


Entrevías retrata las tensiones de un barrio madrileño marcado por el narcotráfico, con José Coronado al frente y un sólido Luis Zahera en un papel clave. La serie arranca con una propuesta atractiva, pero oscila entre el realismo crudo y clichés forzados, ofreciendo una visión reduccionista de Vallecas como territorio dominado por el crimen.

Su tratamiento superficial de temas como diversidad cultural y sexual, unido a la débil interpretación de Nona Sobo, resta credibilidad. Aun así, mantiene la tensión gracias a los enfrentamientos entre Tirso y los narcos y la ambigüedad moral de Ezequiel, que aporta matices al drama.

Entretenida y con momentos potentes, Entrevías es un thriller ambicioso que no siempre alcanza sus promesas.


SERIES INGLESAS

Series británicas

The bee’s knees

Las series de televisión británicas se han consolidado como un referente de calidad y originalidad, destacándose por su narrativa sólida, personajes profundos y producción meticulosa. A lo largo de las décadas, el Reino Unido ha sido cuna de géneros diversos, desde el drama de época, como Downton Abbey, hasta el suspense policial, como Broadchurch. Sin embargo, entre las más notables se encuentran las series de espionaje y policiales que, con tramas complejas y giros inesperados, han capturado audiencias globales.

Me han gustado en especial dos series Slow Horses y Line of Duty. Ambas series reflejan la maestría de la televisión británica en combinar tramas intrincadas con personajes complejos, manteniendo al espectador al borde de su asiento.

Line of Duty

Es uno de los grandes thrillers policiales británicos. Ambientada en Londres, sigue a la unidad de asuntos internos AC-12, encargada de destapar la corrupción dentro de la propia policía.

La serie brilla por su realismo, tensión y personajes moralmente ambiguos: aquí no hay héroes absolutos, solo decisiones en zonas grises. Con guiones inteligentes, interrogatorios memorables y giros inesperados, cada temporada eleva la intriga mientras revela una conspiración más amplia sobre redes criminales y encubrimientos.

Con seis temporadas y un ritmo que no da respiro, Line of Duty es un referente del género: intensa, cruda y capaz de mantener al espectador al borde del asiento.

Slow Horses

Ofrece una mirada distinta al espionaje británico. La serie sigue a un grupo de agentes del MI5 relegados a “La Ciénaga", un destino para espías que han cometido errores graves. Bajo el mando del sarcástico Jackson Lamb —Gary Oldman en estado de gracia—, intentan redimirse mientras son despreciados por el sistema.

Con cuatro temporadas, combina tensión, humor negro y un retrato humano del fracaso. Aquí no hay héroes infalibles, sino espías torpes y vulnerables que sorprenden con métodos poco ortodoxos. Guion afilado, personajes complejos y una atmósfera cargada de ironía convierten a Slow Horses en una de las propuestas más originales y adictivas del género de espionaje reciente.

Happy Valley

Mezcla drama personal y thriller policial con una fuerza poco común. Ambientada en un valle de Yorkshire, sigue a Catherine Cawood, una sargento que enfrenta el crimen mientras arrastra un trauma devastador: el suicidio de su hija y la crianza de su nieto.

Sarah Lancashire brilla en un papel complejo, mostrando a una mujer fuerte y vulnerable a la vez. La serie es realista, irreprochable y emocionante.

Con tres temporadas impecables, Happy Valley es intensa, emocionante y una de las producciones británicas más aclamadas de los últimos años.

The Fall

Es un thriller psicológico que explora la delgada línea entre cazador y presa. Ambientada en Irlanda del Norte, sigue a la inspectora Stella Gibson (Gillian Anderson), enviada desde Londres para atrapar a un asesino en serie que lleva una vida aparentemente normal: Paul Spector (Jamie Dornan).

La serie tiene un ritmo pausado, una atmósfera inquietante y muestra con profundidad a los personajes. Las escenas entre Gibson y Spector son muy tensas.

Con tres temporadas, The Fall es suspense británico en su máxima expresión: elegante, oscuro y sostenido por actuaciones excepcionales y guiones sólidos. Una joya para amantes del thriller psicológico.

Bodyguard

Es un thriller explosivo que combina acción, política e intriga. Richard Madden interpreta a David Budd, un veterano de guerra con estrés postraumático que protege a la ministra del Interior, Julia Montague (Keeley Hawes), una figura polémica cuyas decisiones dividen al país... y a su propio guardaespaldas.

La tensión personal y profesional entre ambos crece capítulo a capítulo, mientras la serie despliega un ritmo vertiginoso y giros imprevisibles. Con solo seis episodios, Bodyguard ofrece suspense cinematográfico y secuencias memorables.

Convertida en fenómeno en 2018, le valió a Madden el Globo de Oro a Mejor Actor y consolidó a la serie como una de las más potentes del thriller británico reciente.

Collateral

Es una miniserie británica de cuatro episodios que comienza con el asesinato de un repartidor de pizzas en Londres. Lo que parece un crimen aislado destapa una compleja red que involucra inmigración ilegal, tráfico humano, corrupción política y abuso de poder.

La investigación recae en la detective Kip Glaspie (Carey Mulligan), un personaje sereno e inteligente que lidera una trama donde cada figura —víctimas, testigos y sospechosos— tiene motivaciones y dilemas propios.

Con un ritmo ágil y una crítica social incisiva, Collateral combina el thriller policial con reflexiones sobre temas actuales, manteniendo tensión y realismo en todo momento. Es corta pero muy intensa. Demuestra lo mejor del drama británico actual.

Blue Lights

Fue una de mis mejores sorpresas en 2024. Ambientada en Irlanda del Norte, se centra en jóvenes agentes en prácticas, rompiendo con el cliché del policía veterano en la gran ciudad. Este enfoque aporta frescura y realismo, mostrando el choque entre la inexperiencia y un entorno marcado por tensiones políticas y sociales.

La primera temporada me atrapó por su autenticidad, actuaciones sólidas y escenas de acción bien ejecutadas. La segunda, que terminé el 29 de diciembre, mantiene la esencia y suma nuevos desafíos y dilemas morales.

Blue Lights es una de mis series policiales favoritas. Tengo muchas expectativas para la próxima entrega.

Historial delictivo

Es un thriller británico reciente ambientado en Londres. Todo comienza con una llamada anónima que reabre un antiguo caso de asesinato, uniendo a dos detectives opuestos: una inspectora joven y ambiciosa, y un veterano más preocupado por su reputación que por la verdad.

La serie explora tensiones personales, dilemas éticos y la corrupción del sistema mientras el caso se complica con giros inesperados y un clima constante de sospecha. Nadie es completamente inocente ni culpable, y esa ambigüedad mantiene la intriga hasta el final.

Aunque podría continuar en futuras temporadas, esta primera entrega funciona por sí sola y deja claro que estamos ante un thriller sólido con una mirada crítica sobre la justicia.

Trigger Point: fuera de control

Se adentra en el mundo de los artificieros de la Policía Metropolitana de Londres. Su protagonista, Lana Washington (Vicky McClure), lidera una unidad que enfrenta amenazas explosivas en situaciones límite donde cada segundo cuenta.

Con dos temporadas, la serie destaca por su ritmo frenético, escenas cargadas de tensión y una heroína que combina valentía, intuición y vulnerabilidad. No alcanza el prestigio de otros thrillers británicos, pero cumple como entretenimiento sólido para quienes disfrutan del suspense y la acción.

Tiene de todo: explosiones, giros inesperados y un peligro constante. Es una propuesta muy intensa, para los que no tenga otras propuestas.


 

Deep State

Deep State es un thriller de espionaje británico que aborda de forma directa y sin concesiones el papel de las multinacionales en conflictos y operaciones encubiertas. Más que ideologías, plantea que lo que realmente mueve la agenda internacional son los contratos, los recursos estratégicos y el negocio privado alrededor de la guerra. La trama sitúa a grandes empresas y contratistas como actores que condicionan decisiones de Estado, desde intervenciones militares hasta proyectos de reconstrucción, y muestra mecanismos como el lobby, la privatización de la seguridad y los intereses en energía y datos de forma inquietantemente plausible y muy contemporánea. La relación entre la senadora Williams y su pareja está tratada con naturalidad y sin gratuidad, sin recurrir a escenas de sexo ni recursos efectistas, aportando humanidad a los personajes sin desviar la atención de la historia principal.

 

Tierra de mafiosos (Mobland) — Temporada 1

Tierra de mafiosos (Mobland) es un thriller criminal británico creado por Ronan Bennett que enfrenta a las familias Harrigan y Stevenson en una lucha despiadada por el control de Londres. Dirigida en sus episodios clave por Guy Ritchie, combina violencia seca, tensión familiar y una atmósfera oscura que se mantiene de principio a fin. Tom Hardy da vida al implacable Harry Da Souza, acompañado por Pierce Brosnan y Helen Mirren como patriarcas que manejan el poder con mano firme. Con un ritmo ágil, giros calculados y escenas de alto impacto, la temporada ofrece un arranque contundente que atrapa tanto por su estilo como por la solidez de su reparto.