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SERIES INGLESAS

Series británicas

The bee’s knees

Las series de televisión británicas se han consolidado como un referente de calidad y originalidad, destacándose por su narrativa sólida, personajes profundos y producción meticulosa. A lo largo de las décadas, el Reino Unido ha sido cuna de géneros diversos, desde el drama de época, como Downton Abbey, hasta el suspense policial, como Broadchurch. Sin embargo, entre las más notables se encuentran las series de espionaje y policiales que, con tramas complejas y giros inesperados, han capturado audiencias globales.

Me han gustado en especial dos series Slow Horses y Line of Duty. Ambas series reflejan la maestría de la televisión británica en combinar tramas intrincadas con personajes complejos, manteniendo al espectador al borde de su asiento.

Line of Duty

Es uno de los grandes thrillers policiales británicos. Ambientada en Londres, sigue a la unidad de asuntos internos AC-12, encargada de destapar la corrupción dentro de la propia policía.

La serie brilla por su realismo, tensión y personajes moralmente ambiguos: aquí no hay héroes absolutos, solo decisiones en zonas grises. Con guiones inteligentes, interrogatorios memorables y giros inesperados, cada temporada eleva la intriga mientras revela una conspiración más amplia sobre redes criminales y encubrimientos.

Con seis temporadas y un ritmo que no da respiro, Line of Duty es un referente del género: intensa, cruda y capaz de mantener al espectador al borde del asiento.

Slow Horses

Ofrece una mirada distinta al espionaje británico. La serie sigue a un grupo de agentes del MI5 relegados a “La Ciénaga", un destino para espías que han cometido errores graves. Bajo el mando del sarcástico Jackson Lamb —Gary Oldman en estado de gracia—, intentan redimirse mientras son despreciados por el sistema.

Con cuatro temporadas, combina tensión, humor negro y un retrato humano del fracaso. Aquí no hay héroes infalibles, sino espías torpes y vulnerables que sorprenden con métodos poco ortodoxos. Guion afilado, personajes complejos y una atmósfera cargada de ironía convierten a Slow Horses en una de las propuestas más originales y adictivas del género de espionaje reciente.

Happy Valley

Mezcla drama personal y thriller policial con una fuerza poco común. Ambientada en un valle de Yorkshire, sigue a Catherine Cawood, una sargento que enfrenta el crimen mientras arrastra un trauma devastador: el suicidio de su hija y la crianza de su nieto.

Sarah Lancashire brilla en un papel complejo, mostrando a una mujer fuerte y vulnerable a la vez. La serie es realista, irreprochable y emocionante.

Con tres temporadas impecables, Happy Valley es intensa, emocionante y una de las producciones británicas más aclamadas de los últimos años.

The Fall

Es un thriller psicológico que explora la delgada línea entre cazador y presa. Ambientada en Irlanda del Norte, sigue a la inspectora Stella Gibson (Gillian Anderson), enviada desde Londres para atrapar a un asesino en serie que lleva una vida aparentemente normal: Paul Spector (Jamie Dornan).

La serie tiene un ritmo pausado, una atmósfera inquietante y muestra con profundidad a los personajes. Las escenas entre Gibson y Spector son muy tensas.

Con tres temporadas, The Fall es suspense británico en su máxima expresión: elegante, oscuro y sostenido por actuaciones excepcionales y guiones sólidos. Una joya para amantes del thriller psicológico.

Bodyguard

Es un thriller explosivo que combina acción, política e intriga. Richard Madden interpreta a David Budd, un veterano de guerra con estrés postraumático que protege a la ministra del Interior, Julia Montague (Keeley Hawes), una figura polémica cuyas decisiones dividen al país... y a su propio guardaespaldas.

La tensión personal y profesional entre ambos crece capítulo a capítulo, mientras la serie despliega un ritmo vertiginoso y giros imprevisibles. Con solo seis episodios, Bodyguard ofrece suspense cinematográfico y secuencias memorables.

Convertida en fenómeno en 2018, le valió a Madden el Globo de Oro a Mejor Actor y consolidó a la serie como una de las más potentes del thriller británico reciente.

Collateral

Es una miniserie británica de cuatro episodios que comienza con el asesinato de un repartidor de pizzas en Londres. Lo que parece un crimen aislado destapa una compleja red que involucra inmigración ilegal, tráfico humano, corrupción política y abuso de poder.

La investigación recae en la detective Kip Glaspie (Carey Mulligan), un personaje sereno e inteligente que lidera una trama donde cada figura —víctimas, testigos y sospechosos— tiene motivaciones y dilemas propios.

Con un ritmo ágil y una crítica social incisiva, Collateral combina el thriller policial con reflexiones sobre temas actuales, manteniendo tensión y realismo en todo momento. Es corta pero muy intensa. Demuestra lo mejor del drama británico actual.

Blue Lights

Fue una de mis mejores sorpresas en 2024. Ambientada en Irlanda del Norte, se centra en jóvenes agentes en prácticas, rompiendo con el cliché del policía veterano en la gran ciudad. Este enfoque aporta frescura y realismo, mostrando el choque entre la inexperiencia y un entorno marcado por tensiones políticas y sociales.

La primera temporada me atrapó por su autenticidad, actuaciones sólidas y escenas de acción bien ejecutadas. La segunda, que terminé el 29 de diciembre, mantiene la esencia y suma nuevos desafíos y dilemas morales.

Blue Lights es una de mis series policiales favoritas. Tengo muchas expectativas para la próxima entrega.

Historial delictivo

Es un thriller británico reciente ambientado en Londres. Todo comienza con una llamada anónima que reabre un antiguo caso de asesinato, uniendo a dos detectives opuestos: una inspectora joven y ambiciosa, y un veterano más preocupado por su reputación que por la verdad.

La serie explora tensiones personales, dilemas éticos y la corrupción del sistema mientras el caso se complica con giros inesperados y un clima constante de sospecha. Nadie es completamente inocente ni culpable, y esa ambigüedad mantiene la intriga hasta el final.

Aunque podría continuar en futuras temporadas, esta primera entrega funciona por sí sola y deja claro que estamos ante un thriller sólido con una mirada crítica sobre la justicia.

Trigger Point: fuera de control

Se adentra en el mundo de los artificieros de la Policía Metropolitana de Londres. Su protagonista, Lana Washington (Vicky McClure), lidera una unidad que enfrenta amenazas explosivas en situaciones límite donde cada segundo cuenta.

Con dos temporadas, la serie destaca por su ritmo frenético, escenas cargadas de tensión y una heroína que combina valentía, intuición y vulnerabilidad. No alcanza el prestigio de otros thrillers británicos, pero cumple como entretenimiento sólido para quienes disfrutan del suspense y la acción.

Tiene de todo: explosiones, giros inesperados y un peligro constante. Es una propuesta muy intensa, para los que no tenga otras propuestas.


 

Deep State

Deep State es un thriller de espionaje británico que aborda de forma directa y sin concesiones el papel de las multinacionales en conflictos y operaciones encubiertas. Más que ideologías, plantea que lo que realmente mueve la agenda internacional son los contratos, los recursos estratégicos y el negocio privado alrededor de la guerra. La trama sitúa a grandes empresas y contratistas como actores que condicionan decisiones de Estado, desde intervenciones militares hasta proyectos de reconstrucción, y muestra mecanismos como el lobby, la privatización de la seguridad y los intereses en energía y datos de forma inquietantemente plausible y muy contemporánea. La relación entre la senadora Williams y su pareja está tratada con naturalidad y sin gratuidad, sin recurrir a escenas de sexo ni recursos efectistas, aportando humanidad a los personajes sin desviar la atención de la historia principal.

 

Tierra de mafiosos (Mobland) — Temporada 1

Tierra de mafiosos (Mobland) es un thriller criminal británico creado por Ronan Bennett que enfrenta a las familias Harrigan y Stevenson en una lucha despiadada por el control de Londres. Dirigida en sus episodios clave por Guy Ritchie, combina violencia seca, tensión familiar y una atmósfera oscura que se mantiene de principio a fin. Tom Hardy da vida al implacable Harry Da Souza, acompañado por Pierce Brosnan y Helen Mirren como patriarcas que manejan el poder con mano firme. Con un ritmo ágil, giros calculados y escenas de alto impacto, la temporada ofrece un arranque contundente que atrapa tanto por su estilo como por la solidez de su reparto.