Cine Negro Nórdico
“La fotografía es verdad. El cine es una verdad 24 veces por segundo.”
El cine negro nórdico o nordic noir tiene su origen en los países escandinavos: Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia e Islandia. Este tipo de ficción me atrae por su enfoque sombrío, sus tramas escabrosas y sus paisajes fríos y grisáceos. Suele estar marcado por una narrativa lenta pero intensa, donde la atmósfera y la psicología de los personajes tienen un gran peso. Las historias giran en torno a crímenes, corrupción, traiciones y heridas sin cerrar.
Lo que me gusta de este género es que no necesita efectos grandilocuentes: construye su fuerza en lo humano, en lo oculto, en el clima, en la soledad. A veces, he tenido que ver adaptaciones norteamericanas por falta de disponibilidad de las originales, pero sin perder la esencia. Seguiré viendo y comentando nuevas incorporaciones a este tipo de cine que, para mí, ya es imprescindible.
The Killing (Forbrydelsen)
Una de las mejores series que he visto del género. Aunque la original danesa es difícil de encontrar, la adaptación norteamericana ambientada en Seattle no decepciona. La detective Sarah Linden protagoniza una historia oscura, tensa y llena de giros. Las dos primeras temporadas desarrollan un mismo caso, mientras que la tercera y cuarta abordan tramas distintas, pero con los mismos personajes. La lluvia constante, los silencios, la carga emocional de los personajes y los dilemas morales hacen que esta serie sea una auténtica joya del Nordic Noir.
Atrapados (Ófærð)
Ambientada en un pequeño pueblo islandés aislado por la nieve, esta serie comienza con el hallazgo de un torso humano. El jefe de policía, Andri, lidera la investigación bajo una tormenta que corta toda comunicación con el exterior. A través de dos temporadas (y una tercera reciente), se exploran tramas personales, tensiones económicas y secretos del pasado. La cinematografía es excelente, el ritmo pausado pero absorbente. Atrapados es uno de los mejores ejemplos de cómo Islandia ha sabido entrar en el mapa del thriller internacional con fuerza y estilo propio.
Bron/Broen (El Puente)
Una coproducción sueco-danesa que comienza con un cuerpo encontrado en mitad del puente que une Malmö (Suecia) y Copenhague (Dinamarca). La investigación recae en dos detectives: Saga Norén, brillante y peculiar, y Martin Rohde, más emocional. Esta serie tiene cuatro temporadas, cada una con una trama diferente pero conectadas por sus protagonistas. Destaca por su enfoque en problemas sociales contemporáneos, su estética visual y, sobre todo, por el personaje de Saga, una de las mejores detectives de la televisión reciente. Imprescindible.
Millennium
Basada en las novelas de Stieg Larsson, esta trilogía sueca nos presenta a Lisbeth Salander, una hacker brillante y antisocial, y a Mikael Blomkvist, un periodista en busca de la verdad. La versión sueca con Noomi Rapace es sobresaliente, tanto por su ambientación como por su fidelidad a los libros. A diferencia de la versión estadounidense, estas películas muestran la frialdad escandinava sin adornos. Violencia, misterio y crítica social se combinan para dar lugar a un fenómeno que marcó una época.
Los asesinatos de Valhalla
Islandia vuelve a demostrar su talento con esta serie sobre un asesino en serie que deja un patrón en sus crímenes. Una detective local y un perfilador noruego deberán unir fuerzas para resolver el caso. Aunque no está al nivel de Atrapados o El Puente, mantiene el interés gracias a su atmósfera opresiva, la buena interpretación de los protagonistas y su temática psicológica. Hay elementos algo previsibles, pero en conjunto es una producción más que recomendable.
Desaparecida en Lørenskog
Inspirada en un caso real que conmocionó a Noruega en 2018. La esposa de un rico empresario desaparece y todo apunta a un secuestro, aunque nada es lo que parece. La miniserie se centra en la investigación, la presión mediática y los errores judiciales. No hay tiros ni persecuciones, pero sí una historia inquietante donde la falta de pruebas es el mayor obstáculo. Un drama sobrio y bien narrado que pone el foco en las consecuencias del juicio mediático.
Kalifat
Una serie sueca que rompe el molde del noir tradicional para adentrarse en el terreno del terrorismo islámico. Relata la historia de una mujer que, desde Siria, intenta alertar a los servicios secretos suecos de un atentado inminente. Al mismo tiempo, jóvenes musulmanas en Suecia son atraídas hacia el extremismo. Kalifat tiene ritmo, emoción y profundidad. Aborda temas actuales con crudeza y sin caer en simplificaciones. Una sola temporada, pero intensa y necesaria.
Headhunters
Basada en la novela de Jo Nesbø, esta película noruega mezcla crimen, acción y humor negro con mucho estilo. Roger Brown es un cazatalentos de éxito que lleva una doble vida como ladrón de arte. Su mundo se derrumba cuando intenta robar un cuadro a un candidato aparentemente perfecto. La película está llena de giros, persecuciones y tensión bien dosificada. Es más adrenalínica que reflexiva, pero mantiene la esencia del thriller escandinavo. El nuevo tráiler actualizado mejora la experiencia.
Deadwind (Karppi)
Serie finlandesa centrada en la detective Sofia Karppi. Tras enviudar, vuelve al trabajo y se ve envuelta en un caso de asesinato ligado a una empresa energética. A lo largo de tres temporadas, la serie mezcla el drama personal con la investigación criminal, aunque con menos impacto que sus homólogas escandinavas. Karppi es una figura interesante, pero a veces el desarrollo resulta predecible. La atmósfera, como en todo Nordic Noir, está muy bien lograda.